Descripción
En la era Victoriana muchos caballeros ingleses acostumbraban a usar bigote, pero a la hora del té, estos caballeros con frecuencia se veían en apuros. El bigote no sólo se mojaba cada vez que bebían un trago, la cera que usaban para mantenerlo bien peinado se derretía con el calor del vapor y ésta caía en el té haciéndolos perder el estilo que tanto se trataba de mantener en esa época.
Muchos de estos caballeros bigotones se vieron aliviados cuando un buen día, el ceramista Harvey Adams tuvo la visión de crear la “moustache cup” que incluía un protector para el bigote. Fue un éxito. Sin embargo, después el bigote dejó de ser usado por los caballeros, se puso de moda rasurarse y la demanda de estas tazas bajó.