Descripción
La malaquita es un mineral muy apreciado, desde el siglo XIX, cuyo nombre proviene del griego malaqh que significa malva, aludiendo a su color verde.
A diferencia del mármol, la malaquita por su composición (gran cantidad de cobre) no fue utilizada en grandes monumentos, más bien se utilizó para columnas, revestimientos en paredes, marcos de puertas y pequeños objetos que llegaron a ser muy apreciados por la aristocracia de finales del siglo XVIII y siglo XIX.
En 1808 Alejandro I de Rusia obsequió a Napoleón unas piezas de malaquita, entre ellas un par de candelabros, un par de jarrones enormes y un lavabo que están en el “Salón de la Malaquita” en el Gran Trianón del Palacio de Versalles.
Es considerada una piedra semi preciosa y los principales yacimientos de este mineral están en Rusia y en algunos paises de Africa como Zimbabue, Namibia y el Congo.